Muchas compañías aseguradoras incluyen cobertura jurídica en caso de accidente de tráfico. Sin embargo, la opción más recomendable es recurrir a un abogado independiente. Desde una mayor dedicación hasta su respuesta ante un conflicto de intereses con el seguro, te damos todos los argumentos para que elijas bien a tu abogado en caso de accidente de tráfico.
Cuando se sufre un accidente de tráfico con daños físicos o materiales, una reclamación por dicho accidente de tráfico es la vía más eficaz para obtener una indemnización por los daños sufridos.
Esta compensación económica corre a cargo de la compañía aseguradora del causante o responsable del siniestro. Para la estimación de dicha indemnización es necesaria la participación de un abogado y un perito. Estos son aportados por la propia compañía aseguradora que presenta la reclamación por accidente de tráfico, o directamente por la víctima que quiere obtener la
máxima indemnización posible por accidente de tráfico.
En
ELOM Abogada, como especialistas con más de 30 años de experiencia en indemnizaciones por accidentes de tráfico, siempre recomendamos a nuestros clientes la contratación de
un abogado experto en accidentes de tráfico, pero totalmente independiente a las compañías aseguradoras.
El motivo es MUY SIMPLE:
- El cliente de un abogado independiente es la víctima
- El cliente de un abogado del seguro es la propia compañía aseguradora
Esto implica que
ante cualquier conflicto de intereses entre aseguradora y víctima del accidente,
el abogado del seguro beneficiará a la compañía aseguradora que es su verdadero cliente, quien le paga.
A continuación exponemos algunos de los motivos por lo que consideramos recomendable no dejar en manos de la aseguradora una reclamación por accidente de tráfico.
1. La importancia de elegir al abogado
Cuando hablamos de una reclamación por daños y perjuicios, en la que la indemnización puede ser elevada, es
muy importante ser libres de elegir al abogado experto en accidentes de tráfico que más confianza transmita
Trabajo en equipo, colaboración y comunicación entre abogado y cliente son esenciales para poder obtener la mayor indemnización posible en un accidente de tráfico.
Esto obviamente
no ocurre cuando es la propia compañía aseguradora la que designa a uno de sus abogados, cuyo contacto con las víctimas e implicación en el caso serán menores.
2. Sin coste para el cliente
Teóricamente una de las grandes ventajas de que la compañía aseguradora aporte el abogado, es que está incluido en la póliza y no tiene coste para el cliente del seguro.
Sin embargo, aunque
un abogado de accidentes de tráfico independiente puede cobrar por horas o una cantidad fija -tarifa plana-, lo más habitual hoy en día en siniestros de tráfico es cobrar
un porcentaje de la indemnización conseguida, por lo que no supone ningún coste para el bolsillo del cliente.. Y en el peor de los casos,
sus honorarios están cubiertos por la cobertura jurídica del seguro.
3. Mayor dedicación e implicación
El hecho de cobrar una parte de la posible indemnización, lejos de suponer una desventaja, en la práctica es un notable beneficio para el demandante de la indemnización.
Un abogado independiente buscará siempre la máxima indemnización posible por accidente de tráfico, pues sus emolumentos dependen directamente de dicha cantidad. Esto asegura a la víctima del accidente una
máxima implicación y dedicación del abogado de accidentes de tráfico en la defensa de sus derechos.
Por contra, el abogado del seguro cobrará lo mismo con independencia del resultado de la reclamación, por lo que su implicación será menor. Como también lo será su dedicación, al pactar precios muy económicos con la compañía aseguradora, lo que le obliga a trabajar por volumen y no poder dedicar el tiempo necesario a cada caso para obtener la máxima indemnización.
4. Conflictos de intereses
Es quizás uno de los argumentos más importantes para decantarse por un abogado experto en accidentes de tráfico pero independiente de la compañía aseguradora.
En muchas ocasiones puede haber intereses contrapuestos entre el seguro y su cliente (la víctima). Y
en caso de conflicto de intereses, el abogado de la compañía buscará el mayor interés de su cliente (el seguro), en detrimento de la víctima.
Pongamos a continuación unos ejemplos:
- Misma compañía (víctima y culpable): Si varias partes comparten un mismo seguro, será la misma compañía la que deba reclamar y pagar la indemnización. Y por tanto la primera interesada en que la indemnización sea la menor posible, aunque ello vaya en detrimento de la víctima
- Daños propios: Situación análoga a la anterior y muy habitual en los seguros a todo riesgo, en los que la compañía debe pagar los daños sufridos por su propio cliente aunque sea responsable del accidente. Nuevamente, le interesará la menor indemnización posible.
- Acuerdos extrajudiciales: En muchos casos a las compañías aseguradoras les interesa llegar a un acuerdo extrajudicial con la otra parte para evitar el gasto de abogados y costas judiciales, aunque ello les implique aceptar una indemnización menor y no agotar todas las vías para obtener la máxima posible.
- Acuerdos bilaterales con otras compañías: Muchas compañías de seguros tienen acuerdos entre ellas que establecen diferentes compensaciones en base a una contabilidad de los siniestros de una contra la otra. Esto hace que en ocasiones, a modo de compensación con otra compañía, sea el seguro de la víctima quien deba hacerse cargo de la indemnización.