Cómo se determina la responsabilidad en España
¿Qué significa tener la culpa en un accidente de tráfico?
La “culpa” en un accidente de tráfico se refiere a la responsabilidad atribuida a un conductor por haber causado el siniestro, generalmente por no actuar con la debida diligencia o por incumplir las normas de circulación. Algunos ejemplos típicos son: no respetar una señal de stop, usar el teléfono móvil al volante o no mantener la distancia de seguridad.
¿Cómo se determina la culpa en España?
Aunque cada caso es único, no todos los accidentes implican necesariamente una conducta culpable. En España, la determinación de la responsabilidad se basa principalmente en lo dispuesto en el Código Civil y la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. Los tribunales valoran diversos factores:
- Infracción de normas: Si un conductor se salta un semáforo, excede la velocidad permitida o no guarda la distancia de seguridad, normalmente se considera responsable del accidente.
- Imprudencia: Incluso si no se infringe una norma concreta, actuar de forma negligente también puede conllevar culpa.
- Prueba de los hechos: La responsabilidad debe probarse. Para ello se emplean atestados policiales, declaraciones de testigos, grabaciones, informes periciales, entre otros.
- Presunción de culpa del conductor: Por regla general, el conductor es considerado responsable, salvo que demuestre que actuó con la máxima diligencia o que la culpa fue exclusivamente de la víctima.
Cuando se determina que un conductor ha actuado de manera negligente, puede ser obligado a indemnizar a las víctimas (ya sean peatones, pasajeros, otros conductores o terceros perjudicados).
Principios que aplican los jueces y tribunales
1. Presunción de culpa del conductor (si hay víctimas no conductoras)
Cuando un peatón o pasajero sufre daños, se presume la responsabilidad del conductor, salvo que este demuestre que el accidente fue inevitable a pesar de haber actuado con la diligencia debida.
Ejemplo real: Una niña de 3 años fue atropellada mortalmente por un motorista mientras cruzaba de la mano de su madre, que lo hacía con el semáforo en rojo. El tribunal consideró que el motorista tuvo tiempo suficiente para frenar y evitar el atropello, por lo que fue condenado por homicidio imprudente e indemnizó a los padres con más de 170.000 euros. Sentencia 49/2023, Audiencia Provincial de Madrid, Sección 4ª
Causa de fuerza mayor
Un conductor puede quedar exonerado si demuestra que el accidente fue causado por una fuerza mayor: un evento imprevisible e inevitable, ajeno a los riesgos habituales de la conducción. Estos casos son excepcionales.
Ejemplo real: Un pasajero resultó lesionado cuando una motocicleta derrapó debido a barro acumulado por la lluvia. El tribunal concluyó que el barro no era causa de fuerza mayor, ya que es un riesgo inherente a la conducción. El conductor fue considerado responsable. Sentencia del Tribunal Supremo 1.506/2023, de 27/11/2023
2. Culpa exclusiva de la víctima
Un conductor puede quedar libre de responsabilidad si prueba que la víctima actuó de forma totalmente imprevisible e inevitable.
Ejemplo real (peatón): Un peatón cruzó corriendo una autovía de noche. El conductor no pudo verlo ni reaccionar. El tribunal consideró que la culpa fue exclusiva del peatón. Sentencia del Tribunal Supremo 83/2010, de 22/2/2010
Ejemplo real (dos conductores): Un conductor lesionado demandó a otro por un accidente. El tribunal estableció que la culpa fue exclusivamente del demandante, quien realizó un adelantamiento prohibido. Sentencia del Tribunal Supremo 510/2014, de 28/10/2014
3. Culpa compartida o concurrencia de culpas
Cuando ambas partes han contribuido al accidente, los tribunales reparten la responsabilidad. La indemnización puede dividirse según el grado de culpa, con un límite del 75%.
Ejemplo real (peatón y conductor): Un peatón fue atropellado fuera de un paso de cebra. El tribunal asignó un 75% de culpa al peatón y un 25% al conductor, que no guardó suficiente distancia de seguridad. Audiencia Provincial de Madrid, enero de 2025
Ejemplo real (culpa exclusiva del conductor pese a imprudencia del peatón): Una mujer cruzó por un lugar indebido, pero fue atropellada por un motorista que circulaba a gran velocidad haciendo un caballito. La culpa se atribuyó totalmente al conductor por su maniobra peligrosa. Sentencia 103/2024, Audiencia Provincial de La Rioja
Ejemplo real (dos conductores): En una intersección, un coche no respetó la señal de ceda el paso y otro circulaba con exceso de velocidad. Se distribuyó la culpa: 30% para el primero y 70% para el segundo. Audiencia Provincial de Zamora, 4/11/2004
Ejemplo real (culpa indeterminada): Dos vehículos colisionaron frontalmente sin poder determinar cuál invadió el carril contrario. Se aplicó la doctrina de «condenas cruzadas», obligando a cada conductor a indemnizar a los ocupantes del otro vehículo. Sentencia del Tribunal Supremo 536/2012, de 10/09/2012
¿Qué pruebas se tienen en cuenta?
Para determinar la responsabilidad en un accidente, se valoran múltiples tipos de pruebas:
- Atestado de la policía o Guardia Civil
- Parte amistoso de accidente
- Testimonios de testigos
- Informes periciales
- Pruebas fotográficas o de vídeo
- Test de alcoholemia
- Datos del vehículo (como velocidad o frenado)
- Condiciones meteorológicas y del entorno
- Grabaciones de cámaras, si las hay
Conclusión
Establecer quién tiene la culpa en un accidente de tráfico es esencial para resolver las responsabilidades legales y calcular las posibles indemnizaciones. Sin embargo, no siempre es un proceso claro, ya que entran en juego muchos factores. Por ello, es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en tráfico, especialmente si hay víctimas con lesiones.