Toda persona que haya sido víctima de un accidente de tráfico tiene derecho a reclamar y ser indemnizada por los daños sufridos, ya sean estos físicos, materiales o morales. Sin embargo, esa reclamación puede llevarse a cabo a través de dos vías distintas: la penal y la civil.
En este artículo, abordaremos el derecho de la víctima de un accidente de tráfico a una indemnización y explicaremos las distintas vías existentes para proceder a dicha reclamación.
¿Quién tiene derecho a una indemnización por accidente de tráfico?
Partimos de la base de que, como establece el artículo 1.1 del Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor (LRCSCVM): “El conductor de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de estos, de los daños causados a las personas o en los bienes con motivo de la circulación.”
Por tanto, quien haya resultado dañado en un accidente de tráfico, tiene derecho a reclamar una indemnización, siempre que el accidente no se debiera a su culpa exclusiva (o a fuerza mayor extraña a la conducción o al funcionamiento del vehículo).
Se tendrá el plazo de un año para reclamar la indemnización por accidente de tráfico, pues así lo expresa el art. 7.1 LRCSCVM.
¿Cómo reclamar una indemnización por accidente de tráfico?
Como ya hemos adelantado, existen dos vías distintas través de las cuales es posible reclamar una indemnización por daños causados en un accidente de tráfico:
- La vía penal: es el procedimiento a seguir en el caso de que el accidente haya tenido lugar a causa de unos hechos susceptibles de calificarse como delito, como puede ser la conducción del vehículo bajo los efectos de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas, o la conducción de forma temeraria.
- La vía civil: es aquella a la que puedes acudir, bien porque atendiendo a los hechos ocurridos no cabe hablar de delito alguno, bien porque has decidido que es la forma más adecuada de reclamar la indemnización, ya que, aun en el caso de estar ante un hecho delictivo, has decidido reservarte la acción civil para reclamarla de forma independiente.
1.Reclamación por la vía penal
En este caso, lo primero que debes hacer como perjudicado es interponer una denuncia, ante la Policía Nacional, la Guardia Civil o el Juzgado de guardia.
En la denuncia debes:
- Incluir relato de los hechos ocurridos, explicando de forma clara cómo ha tenido lugar el accidente.
- Identificar contra quién diriges esa denuncia, es decir, el nombre del conductor/a que ha provocado el accidente, de conocerlo. También debes dirigir la denuncia contra la aseguradora del vehículo contrario, si tienes conocimiento de ella, pues es quien, como responsable civil directo, tendrá que abonarte la indemnización.
- Además, debes explicar los daños que has sufrido, ya sean personales o materiales, a consecuencia del siniestro. En este último punto, es recomendable que acompañes la denuncia con informes médicos, fotografías de los daños sufridos por los perjudicados o del vehículo mismo.
A continuación, presentada la denuncia y admitida a trámite, el Juez ordenará llevar a cabo una investigación del accidente. Una de las diligencias que se practicarán, junto a la toma de declaraciones, será citarte junto con el resto de perjudicados para ser reconocidos por el médico forense, con el objetivo de poder valorar los daños sufridos, en aras a la cuantificación de la indemnización.
Una vez el forense ha finalizado su informe, se abre una fase de negociación con la aseguradora del vehículo responsable del accidente. En esta fase pueden darse dos casos: que se llegue a un acuerdo o que no se alcance ninguno, ya sea por no estar conforme la compañía aseguradora con las lesiones evocadas o, lo que es más común, por estar en desacuerdo con la cantidad solicitada.
Es en ese último caso en el cual dará comienzo la fase de juicio, correspondiendo al Juez la tarea de dictar sentencia, decidiendo si condena o absuelve al acusado. En caso de considere que el acusado es culpable del accidente y de los daños, además de la pena que le imponga, le condenará al pago de una indemnización, determinando la cantidad.
2. Reclamación por la vía civil.
En primer lugar, debes reclamar la indemnización de forma extrajudicial a la compañía aseguradora del responsable de los daños. En caso de que no estuviera asegurado, debes dirigir esa reclamación al Consorcio de Compensación de Seguros.
Tienen un plazo de tres meses para contestarte, pudiendo, a través de una respuesta motivada, negarse a cualquier pago, o puede hacerte una oferta motivada.
Se abre entonces la fase de negociación, con contraofertas entre ambas partes.
En caso de no alcanzar acuerdo alguno, será el momento de presentar una demanda de reclamación de cantidad, solicitando una indemnización por los daños y perjuicios derivados del accidente. Esta debe contener los datos de los demandados, que serán tanto el conductor o propietario del vehículo como su aseguradora, además de fijar de forma clara y precisa qué se pide.
En este caso, además de acompañar la demanda con la citada reclamación extrajudicial, y como ocurría en el caso anterior, debes incluir toda la prueba que acredite los daños sufridos: informes médicos, peritajes, fotografías, facturas de los gastos a los que has tenido que hacer frente, etc.
Como ya hemos dicho, se tiene un año para reclamar, pero dicho plazo se interrumpe con la presentación de la reclamación extrajudicial y hasta la notificación de la respuesta u oferta motivada definitiva.
El procedimiento judicial a seguir dependerá de la cantidad que se reclame como indemnización:
- Será un juicio verbal si la cuantía que se reclama no excede de 15.000 euros.
- Se tratará de un juicio ordinario si la indemnización solicitada supera los 15.000 euros.
Salvo que la cantidad reclamada sea inferior a 2.000 euros, será necesario actuar mediante procurador y abogado.
En cualquier caso, es crucial contar con asesoramiento experto de un abogado especialista en reclamación por accidentes de tráfico desde el primer momento ya que puede marcar la diferencia entre aceptar lo que ofrece la otra parte y obtener una indemnización justa, que en muchos casos puede ser considerablemente mayor.